La monotonía en una relación puede llegar de muchas formas, incluida la sexual.
Es posible que para ti sea ya un fantasma enorme y para tu pareja no, ni siquiera la considera, y cree que todo está bien.
Para que esto no sea una discusión entre ustedes, te sugiero:
A. Habla siempre en primera persona, y deja muy clara la expectativa que tienes sobre tu pareja. Es distinto que digas “tú siempre quieres lo mismo, no te gusta cambiar, qué aburrido me lo estás haciendo”, a decir “para mí está siendo rutinaria la forma en la que nos estamos disfrutando, creo que podemos ponernos creativos de vez en cuando… Me encantaría saber qué tipo de cosas quieres que probemos para que miremos cuáles nos gustan en común… Por ejemplo, quisiera probar ponernos OnFire en el carro y luego…”.
B. La única persona responsable de tu placer eres tú, entonces asume el primer paso.
Busca que el juego previo no sea siempre el mismo, porque además… ¿hay juego previo o llegan directo a lo que es porque ya es obvio?
El sexo es el juego de los adultos, y siempre se puede jugar diferente…
C. Si lo que hacen te gusta, pero ya es predecible, busca variar lo que hacen en pequeños detalles. Vas a ver que las pequeñeces se sienten a gran escala. Cambiar el lugar de la casa, el horario, las palabras con las que se seducen… Si siempre estás esperando a que te den la señal, ¿cómo vas a dar tú la señal la próxima vez?
La monotonía que te está incomodando hoy ha sido construida por la pareja, no por una parte de ella… Así que a la pareja le corresponde solucionarla, y ver la crisis como una oportunidad para volver a disfrutarse desde cero es la forma más asertiva de vivirla.
Le conoces muy bien, ¿cómo puedes sorprenderle?
Seguimos hablando EnConfianza, hasta pronto.
Juliana.